La dieta mediterránea puede ayudar a los supervivientes al cáncer a mantener su salud cardiaca y a vivir más tiempo, según un estudio reciente.

Los pacientes con cáncer cuyos patrones de alimentación se apegaban estrechamente a la dieta mediterránea tendían a vivir más tiempo y tenían un menor riesgo de muerte relacionada con el corazón, informan los investigadores en la revista JACC CardioOncology.

Específicamente, los pacientes de cáncer que seguían la dieta mediterránea tenían un riesgo general un 32 por ciento más bajo de muerte prematura y un riesgo un 60 por ciento más bajo de muerte relacionada con el corazón, encontraron los investigadores.

Los resultados sugieren que diferentes enfermedades crónicas, como los tumores y las enfermedades cardiacas, en realidad comparten los mismos mecanismos moleculares, dijo en un comunicado de prensa la investigadora Maria Benedetta Donati , de la Fundación Conjunta Umberto Veronesi, en Italia.

Esto se conoce en la literatura como ‘suelo común’, es decir, un terreno común a partir del cual se originan estos dos grupos de trastornos, dijo Donati. La dieta mediterránea se centra en muchas frutas y verduras frescas, cereales integrales, semillas, frutos secos, legumbres y aceite de oliva, apuntaron los investigadores.

El pescado y el marisco deben consumirse al menos dos veces por semana, y los lácteos y las proteínas magras deben consumirse diariamente en porciones más pequeñas. La dieta fomenta el consumo mínimo de carnes rojas y alimentos procesados, y la eliminación de las bebidas azucaradas.

En el estudio, los investigadores siguieron a 800 pacientes adultos italianos con cáncer durante más de 13 años, tras su reclutamiento entre 2005 y 2010. Los participantes proporcionaron información detallada sobre sus patrones de alimentación como parte del estudio.

Se espera que el número de supervivientes al cáncer aumente en los próximos años, gracias a unos mejores tratamientos, anotaron los investigadores. Teniendo en cuenta esto, es crucial entender cómo una buena dieta puede mejorar la salud y el bienestar de las personas que han vencido al cáncer.

La Dieta Mediterránea se compone principalmente de alimentos como frutas, verduras y aceite de oliva, que son fuentes naturales de compuestos antioxidantes, lo que podría explicar la ventaja observada en términos de mortalidad no solo por cáncer, sino también por enfermedades cardiovasculares, que pueden reducirse con dietas particularmente ricas en estos compuestos bioactivos, dijo la investigadora Chiara Tonelli. presidente del Comité Científico de la Fundación Umberto Veronesi, dijo en un comunicado de prensa.